jueves, 7 de marzo de 2013

VERTEDERO DESCONTROLADO

                                                                                                                            foto 1


Un paneo fotográfico muestra que los 18 millones de pesos públicos invertidos en el Vertedero Regional de Basura Calamuchita  solo han logrado convertirse en un gran basural a cielo abierto.



Por Alejandro Montbrun
Fotos: Sebastián Gimenez




A dos meses de la puesta en marcha,  el Vertedero Regional de Basura dista mucho de ser el “mejor proyecto, único en Latinoamérica” como señalaban sus promotores.

Legislador, intendentes y privados involucrados en el proyecto siempre resaltaron la organización de los fardos que supuestamente serían impermeables para contener la basura. La evidencia fotográfica muestra como los fardos (o balas) están totalmente deterioradas (foto 1) y aún más,  se evidencia cómo la basura en la cava se está enterrando con los fardos destrozados. 



                                                                                                                            foto 2


Con la basura dispersa en la cava y sin enfardar, las lluvias convierten a ese pozo en un caldo de líquidos lixiviados (jugos de la basura)  que desagotan con un caño que lleva su cauce fuera del predio hacia  la calle y que sigue su curso en los campos lindantes (foto 2). Un cañito para desagotar en la calle parece muy poco para contar con tecnología española, finlandesa y holandesa.


Algunos calamuchitanos  que han visitado el lugar prefieren ampararse en el anonimato pero off de record comentan que a veces los camiones se vuelcan directamente en la cava sin ser enfardados y que más de una vez ingresan al predio chanchos salvajes para comer la basura.  El testimonio parece verosímil observando el estado de la acumulación de la basura y rotura de los fardos.  Cabe preguntarse en que difiere esto a un basural a cielo abierto.  


¿Inaugurado?

Ya son varios los municipios que llevan su basura al lugar, entre los más populosos Embalse y Villa Gral. Belgrano. En el afán por mostrar gestión para justificar la millonaria inversión la Comunidad Regional Calamuchita ha realizado una  inauguración con presentación a la prensa y comunicados resaltando las virtudes del Vertedero. Esto fácticamente es una inauguración, pero sorprendió el gobernador De la Sota manifestando que pronto vendría a inaugurar  el tan mentado proyecto. Las causas de esta colisión entre la realidad y el discurso se basa en que el Vertedero está impedido judicialmente de funcionar , ya que por resolución Nº 110 el Juez en lo civil y comercial de Rio III Gustavo Massano resolvió  ordenar “el inmediato cese de actividades” hasta tanto se contrate un seguro exigido por las leyes ambientales.  

Así las cosas el Vertedero funciona plenamente pero se busca una estrategia discursiva aludiendo a “pruebas piloto” y “puesta a punto”  para burlar a la justicia.


Los más de 18 millones que supuestamente se han invertido para erradicar los basurales a cielo abierto en el Departamento Calamuchita no han hecho más que  convertir a la Cañada Grande en un inmenso basural a cielo abierto como demuestran las fotos. Las advertencias sobre las irregularidades de este proyecto han sido señaladas desde hace años por la sociedad civil a través de los vecinos autoconvocados, la defensoría del pueblo de la nación en base al informe de la Universidad  Nacional de Rosario y los tribunales de Rio Tercero. Las  fotográficas ponen en evidencia el capricho político de algunas autoridades que sin escuchar van al desastre ecológico más grande de Calamuchita.